Halt and Catch Fire, que actualmente puede verse en Filmin, es una serie cocinada a fuego lento. De estas en las que a veces parece que no está pasando nada, pero realmente sí: pasa la vida, y lo hace delante de tus propios ojos. De ti depende darte cuenta o no. Disfrutarla o no.

Ambientada a comienzos de los años 80, la serie relata básicamente la vida de cinco personas vinculadas de diferente forma al mundillo de la informática. Está el visionario, el ingeniero, la programadora, la empresaria y el veterano. Son años excitantes, claro, de grandes avances tecnológicos en ese campo, y de la mano de estos protagonistas vamos viviéndolos en primera fila: el nuevo ordenador personal portátil, los videojuegos en línea, los buscadores, etc.

Paralelamente a esos hitos tecnológicos, lo que de verdad le aporta alma y valor a la serie son sus personajes. Perfectamente construidos, y con una dinámica (y química) entre ellos que ya quisieran muchas otras series. Inevitable no empatizar y emocionarse, para bien o para mal, en algunos momentos clave de sus cuatro temporadas.

La sombra del siempre controvertido Steve Jobs planea continuamente sobre el guión, pero lo que verdaderamente nos ha gustado, e inspirado, es ese mensaje latente de que no siempre se gana. Algunos “Steve Jobs” (seguramente muchos) se habrán quedado por el camino, y pese al “stay hungry, stay foolish”, no siempre hayan podido llegar hasta el final de aquella carretera que aparecía en la foto del anuncio que inspiró al genio de Palo Alto. Pero… ¿qué importa no llegar al final, si has disfrutado tanto durante el trayecto?

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